miércoles, 10 de junio de 2009

Don Juan, el burlador de niñas

Noticia de un "Don Juan"

Interesante como en el artículo tildan a este pedófilo de Don Juan, ya que el presunto no forzaba a las niñas, ni las burlaba.. Digamos que simplemente era un trueque, ni siquiera un soborno (claro que eso no lo justifica).. Más allá de que el artículo fuese escrito en Sevilla, me pareció curioso el énfasis en la figura del “burlador”..

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Sevilla, Miércoles, 16 de mayo de 2007
JOSÉ LUIS GARCÍA.

Un verdadero «donjuan» que, a sus 65 años, optó por camelarse a niñas para que le otorgaran sus favores sexuales·

Don Juan era un hombre apreciado y admirado en el barrio de Villegas; no en vano era el farmacéutico al que, unos más y otros menos, tenían que recurrir alguna vez en la vida. Pero don Juan trascendió su figura de profesional de la salud para convertirse en un verdadero «donjuan» que, a falta de merecimientos físicos o de edad -65 años-, optó por camelarse a niñas para que le otorgaran sus favores sexuales a cambio de dinero y regalos que no debieron levantar las sospechas de sus padres, porque los hubo que, incluso, facilitaron a su hija un documento firmado en el que se advertía que don Juan era un amigo y podían salir juntos.

Un buen amigo al que ahora la Policía ha detenido acusado de trece delitos de corrupción de menores y prostitución infantil, una cuantía delictiva que los investigadores temen que acabe siendo superior a los casos que figuran en las diligencias, lo mismo que temen el posible descubrimiento de casos en que las niñas sean bastante más jóvenes de los aproximadamente quince años que tienen las víctimas que ya han declarado para contar los tejemanejes del detenido y también para reconocer algunas que ellas mismas lo llamaban para sacarle regalos a cambio de algún achuchón.

Pero la cosa no siempre se quedaba en caricias o en sesiones de fotografías como las que ilustraban el calendario de 2006 que la Policía le ha intervenido, en el que aparecían varias menores y él mismo retratado con ellas, incluso a pares, sino que también llegó a la consumación de relaciones sexuales plenas.

Según el momento y el fin perseguido, Juan Manuel C.D., se valía de su propio vehículo o de su domicilio particular, en la calle León XIII, cercano a la Ronda de Capuchinos, donde finalmente fue detenido cuando dos menores se dirigían al mismo.

En el primero de los supuestos, tras hacerle los regalos que él elegía o las niñas le pedían, el coche era suficiente para la sucesión de caricias y tocamientos; en el caso de ir a mayores, la vivienda particular era el lugar discreto elegido.

Cinco años tras él

Para dibujar la historia de este burlador de Sevilla reencarnado hay que remontarse cinco años atrás, cuando un anónimo hecho llegar a la Policía lo señalaba como un presunto pederasta. Las investigaciones, sin embargo, no llegaron a dar sus frutos y por muchos seguimientos que se le hicieron, nada se pudo demostrar.

Tal vez confiado en la impunidad que le permitían incluso los documentos que lograba hacer que las niñas consiguieran de sus madres señalándolo como un amigo, Juan Manuel C.D. siguió rodeándose de menores, muchas de ellas de un instituto cercano a la barriada de Villegas, hasta el punto de que su comportamiento llegaba a escandalizar y provocar la denuncia de empleados de establecimientos y comercios a los que accedía acompañado por las niñas para comprarle caprichos que han sido tan variopintos como teléfonos móviles de última generación, ropa, joyas, comida en restaurantes, maquillaje, tintes de pelo, cremas de la farmacia, dinero en efectivo e incluso ciclomotores y el correspondiente seguro. Su obsesión era tal que en su casa incluso tenía, hecho en metacrilato, el busto de una de sus víctimas.

Detención frustrada

Esa impunidad a la hora de acariciar descaradamente a las menores que le acompañaban hizo que el pasado mes de febrero fuera denunciado por uno de los empleados de una bolera de Bormujos, donde Juan Manuel C.D. se encontraba acompañado de una niña de 17 años y una joven de 18.

El donjuan llamó la atención con su descarada actitud -llegaba a meter sus manos bajo las ropas de sus acompañantes- y fue detenido poco después por la Policía Local de Bormujos, como consecuencia de la denuncia de los trabajadores del local. Sin embargo, el farmacéutico no fue puesto a disposición judicial, sino dejado en libertad ya que, según las diligencias instruidas por los agentes que lo detuvieron, los actos denunciados no tenían carácter de graves.

Tres meses después de aquella detención no consumada judicialmente, los funcionarios del Grupo de Menores del Cuerpo Nacional de Policía lo detuvieron en su domicilio de la calle León XIII cuando recibía a dos menores. En uno de sus bolsillos, los agentes le encontraron uno de los escritos que pedía a las niñas, supuestamente firmado por sus padres, autorizándolas a que lo acompañaran.

El pase a disposición judicial de Juan Manuel C.D. como presunto autor de los trece delitos de corrupción de menores y prostitución infantil no es para los funcionarios del Grupo de Menores de Sevilla más que un punto y seguido en la investigación, ya que el «modus operandi» del donjuan de Villegas y el tiempo que llevaba actuando -se le han investigado incluso compañías de niñas de diez años- hace pensar que la trascendencia de su detención podría dar lugar a nuevas denuncias por parte de quienes en algún momento también cayeron en su red.

2 comentarios:

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  2. jaja, yo me acuerdo de esta canción. De verdad que si es muy Donjuanesca.

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