miércoles, 24 de junio de 2009

Notas finales antes de revisión

Notas Taller Don Juan Pegadas
La revisión de notas será mañana jueves 25 de junio a partir de las 4:30 en el aula 201.

viernes, 19 de junio de 2009

LETRA DE LA CANCION PET SHOP BOYS - DON JUAN (ALTERNATIVE)

LETRA DE LA CANCION PET SHOP BOYS - DON JUAN (ALTERNATIVE)

The man who's escorting Don Juan to his bride
Knows he is courting an impudent pride
Think of his jealousy, oh, where will he hide?
The man who's escorting Don Juan to his bride

The man who will cover for Don Juan's old soothsayer
Films for a Warner Brother or Mister Goldwyn-Mayer
Think of his starlet, how much will he pay her?
The man who will cover for Don Juan's old soothsayer

An impasse has been reached with the teacher of the rich
To quit would be discreet and swift
But you know that I can't do that
It would be a disaster
It would be a disaster

I've got this sinking feeling, I'm not dreaming
We'll be sorry soon

(Hahahahaha)

At the end of the day, when everyone's resigned
To the heart of the matter and the measures in mind
King Zog's back from holiday, Mary Lupescu's grey
And King Alexander is dead in Marseilles

An impasse has been reached with the teacher of the rich,
To quit would be discrete and swift
But you know that I can't do that
It would be a disaster
It would be a disaster

I've got this sinking feeling, I'm not dreaming
We'll be sorry soon.

(Hahahahaha)

jueves, 18 de junio de 2009

Parodia de Don JuanTenorio (el chapulin colorado)

Esta es otra version de chespirito del Don Juan Tenorio de Zorrilla





Publico esta imagen porque considero que la figura del "Zorro" refleja el prototipo de un hombre seductor, que se enmascara para conseguir sus propósitos, aunque estos no están relacionados directamente con la seducción, el hecho de cubrirse el rostro implica la atracción de la mujer. Por ende relaciono esta figura con don Juan.

Las hazañas de un joven don Juan

Las Hazañas de un joven Don Juan
Guillaume Apollinaire, escritor francés. Nació el 26 de agosto de 1880, en roma Italia. Murió el 9 de noviembre de 1918, en Paris, Francia.
Fue un vanguardista, precursor del cubismo, el surrealismo y el orfismo.
Entre sus libros más importantes figuran: novela “El poeta asesino”, drama “las tetas de Tiresias”, poesía “Alcoholes” y “Caligramas”. Su obra más conocida “Las once mil vergas”. Las hazañas de un joven Don Juan fue escrita en 1910 y 1913. Es un texto radicalmente pornográfico donde Apollinaire desarrolla toda su desenfrenada imaginación erótica con el único propósito de exponer al lector: a sensaciones y deseos. Apollinaire juega con los instintos del lector, calienta su imaginación y le hace dudar si lo que ofrece es erotismo o un juego que pretende mostrar al lector desprevenido sus más ocultas perversiones.

Las hazañas de un joven Don Juan cuenta la historia de Roger, el hijo de un matrimonio de la alta burguesía francesa, que se marcha de vacaciones a su castillo en el campo, con su madre, tía y dos hermanas; en este periodo de vacaciones Roger va a experimentar varios cambios y sensaciones en su cuerpo que le generan curiosidad y lo llevan a adentrarse en el mundo de la sexualidad. Pero de una sexualidad desenfrenada, que no conoce de tabúes, y que irrespeta todos los preceptos morales y religiosos. Este personaje no reprime ninguna de las sensaciones que siente. Ese desenfreno lleva a Roger a fornicar, salvo con su madre, con todas las mujeres de su familia, con las qué rodean el castillo y con todas las del servicio; considerando a todas estas mujeres partes de un harén, cómo si de un Sultán se tratara. Este joven don Juan, muy joven don Juan, va a seducir a todas estas mujeres y las invitará a practicar con él todo tipo de posiciones sexuales, y a través de olores poco agradables le mostrará al lector cómo llega a desear aún más estar con ellas.
Roger no conoce de reglas ni de respeto por los preceptos religiosos. Viola también el secreto de confesión, al escuchar las revelaciones intimas que todas las mujeres del castillo hacen al cura, incluyendo las animadas perversiones sexuales de su padre, las cuales lo animan mucho.
Las hazañas de un joven don Juan puede considerarse un verdadero catalogo de perversiones es un libro donde se puede encontrar de todo, y donde los temas de: sodomía, felaciones, homosexualidad entre mujeres, estupro, incesto, olores a excrementos que excitan, no son tabú…
Apollinaire muestra al lector una historia realmente diferente donde encontramos a un don Juan muy joven, casi niño, que a mí entender lo único que lo hace don Juan es la gran capacidad para seducir mujeres, aún cuando un nunca les promete nada. Tal vez sea esta característica (el poder de seducción) las que hacen al personaje de Apollinere un verdadero don Juan.
Por la forma como Apollinaire describe o enumera las hazañas de este don Juan, podría considerarse este libro una ironización de la literatura pornográfica o de los vicios reprimidos de la sociedad francesa de la época.

miércoles, 17 de junio de 2009

"Don Juan" Jaques Lacan

Hemos comentado en clase que los psicoanalistas concluyen que Don Juan es homosexual. Aquí les coloco unas consideraciones de Lacan al respecto (a lo mejor se vuelven un poco fastidiosas de leer pero para algunos se vuelve un fascinante reto). Lacan escribe como si estuviera hablando, es muy anarquista en su escritura, pero compréndanlo, un psicoanalista revolucionario, abocado a la  corrección de estilo, es casi una utopía. En fin, al parecer Lacan no estuvo muy de acuerdo con que se cerrara el tema de Don Juan con su supuesta homosexualidad, ni con que dicho análisis fuera tomado literalmente.  

I. Jacques Lacan, Seminario IV: "Las relaciones de objeto" Clase 24, 3 de julio de 1957.

El psicoanalista no se recluta entre quienes se entregan por entero a las fluctuaciones de la moda en materia psicosexual. En eso están ustedes, por así decirlo, demasiado bien orientados, incluso están un poco demasiado fuertes en la materia. Esta lectura puede tener la ventaja de hacerles entrar en un baño de actualidad, activando así la perspectiva sobre lo que hacen. Esto les enseñará también que deben tener en cuenta los cambios profundos en las relaciones entre el hombre y la mujer que hayan podido producirse a lo largo de un periodo no más largo que el que nos separa de la época de Freud, cuando, como suele decirse, se estaba cociendo lo que había de ser nuestra historia.

Todo esto es para decirles también que el donjuanismo no ha dicho tal vez su última palabra, digan lo que digan los psicoanalistas. Si bien en este sentido han hecho aportaciones interesantes, si se ha entrevisto algo pertinente con la noción de la homosexualidad de Don Juan, no debe tomarse como habitualmente se toma.

Estoy profundamente convencido de que Don Juan es un personaje demasiado alejado de nosotros en el orden cultural para que los analistas hayan podido tener de él una percepción ajustada. El Don Juan de Mozart, si lo tomamos como la cumbre del personaje y como algo que significa la culminación propiamente dicha de una pregunta, en el sentido en que yo la entiendo aquí, es seguramente algo muy distinto de un personaje-reflejo, tal como quiso construírnoslo Rank. Sin lugar a dudas, no se debe entender únicamente por este sesgo del doble. En mi opinión, contrariamente también a lo que suele decirse, Don Juan no se confunde pura y simplemente, ni mucho menos, con el seductor en posesión de pequeños trucos efectivos en toda ocasión. Creo que Don Juan ama a las mujeres, incluso diría que las ama lo bastante como para saber, dado el caso, no decírselo, y que las ama lo bastante como para que, cuando se lo dice, ellas le crean.

No es banal, y revela muchas cosas, que para él la situación sea siempre una situación sin salida. Me parece que hay que indagar en el sentido de la noción de la mujer fálica.

En las relaciones de Don Juan con su objeto, hay sin duda algo relacionado con un problema de bisexualidad, pero precisamente en el sentido de que Don Juan busca a la mujer, y se trata de la mujer fálica. Como la busca de verdad, como va a buscarla, como no se contenta con esperarla ni con contemplarla, no la encuentra, o sólo acaba encontrándola bajo la forma de aquel invitado siniestro que en efecto es un más allá de la mujer, inesperado, y que no en vano es efectivamente el padre. Pero no olvidemos que cuando se presenta, lo hace, cosa curiosa, bajo la forma del invitado de piedra, de esa piedra con su lado absolutamente muerto y cerrado, más allá de toda vida de la naturaleza. En suma, ahí es donde Don Juan acaba quebrándose y encuentra la culminación de su destino.

 

A continuación presentamos las citas del nombre "Don Juan" en la obra de Jacques Lacan (Escritos y Seminarios), agregamos los párrafos significativos en los cuales fueron incluidas dichas citas para que se puedan apreciar los temas relacionados y su conexión, aunque no sea en forma directa.

 

Jacques Lacan, Seminario X: "La angustia", Clase 15, 20 de Marzo de 1963.

Ya les dije: para comprender lo que nos dice Lucy Tower a propósito de dos varones que tuvo en sus manos, no creo poder encontrar mejor preámbulo que la imagen de Don Juan.

Ultimamente he trabajado mucho la cuestión para ustedes. No puedo hacer que vuelvan a recorrer sus laberintos. Lean ese execrable libro que se llama "Die Don Juan Gestalt", de Rank; en él una gata no encontraría a sus gatitos; pero con el hilo que les voy a dar parecerá mucho más claro.

Don Juan es un sueño femenino. Llegado el caso haría falta un hombre que fuera perfectamente igual a sí mismo, como en cierto modo la mujer puede jactarse de serlo con relación a él; un hombre al que no le faltara nada. Esto es perfectamente sensible en un término sobre el que tendré que volver a propósito de la estructura general del masoquismo -y decirlo casi parece una broma-: la relación de Don Juan con la imagen del padre en tanto que no castrado, es decir, una pura imagen, una imagen femenina.

La relación se lee perfectamente en lo que podrán encontrar en el laberinto y en el rodeo de Rank: que de lo que se trata en Don Juan, si lo vinculamos con cierto estado de los mitos y de los ritos, Don Juan representaría, nos dice Rank -y aquí lo guía su buen olfato- aquél que en épocas superadas, era capaz de dar el alma sin perder por ello la suya. La existencia que ustedes saben mítica del sacerdote desflorador de la primera noche está aquí, en esta zona.

Pero Don Juan es una bella historia que funciona y produce su efecto, incluso para quienes no conocen todas sus gentilezas, que seguramente no están ausentes del canto mozartiano y que han de encontrarse más bien del lado de las "Bodas de Figaro" que de "Don Giovanni".

La huella sensible de lo que estoy diciendo acerca de Don Juan es que la compleja relación del hombre con su objeto está borrada para él, pero al precio de la aceptación de su impostura radical. El prestigio de Don Juan está ligado a la aceptación de esa impostura. Siempre está allí, en el lugar del Otro: es, por así decir, el objeto absoluto.

Observen que no digo que él inspire el deseo. Si por éste se desliza, en la cama de las mujeres, está allí no se sabe cómo. Hasta puede decirse que tampoco lo tiene, que se encuentra en relación con algo frente a lo cual cumple cierta función. Llamen a esto odor di femina, y nos llevará lejos. Pero el deseo juega tan poco en el asunto que, cuando pasa el odor di femina, es capaz de no percatarse de que es Doña Elvira, a saber, aquélla de la que no puede estar más harto, quien acaba de atravesar la escena.

Hay que decirlo, no se trata de lo que para la mujer constituye un personaje angustiante. Ocurre que la mujer siente ser verdaderamente el objeto en el centro de un deseo. Y bien, créanme, es de esto que ella escapa verdaderamente en la historia de Lucy Tower.

Lucy Tower tiene dos hombres, quiero decir en análisis. Como ella se expresa, siempre tuvo con ellos relaciones humanamente muy satisfactorias.

No me hagan decir que el asunto es sencillo, ni que ellos no tengan la sartén por el mango. Ambas son neurosis de angustia. Al menos este es el diagnóstico por el que ella se decide, una vez bien examinado todo. Estos dos hombres que han tenido, como conviene, algunas dificultades con sus madres, y con, se suele decir, female-seemings, lo que quiere decir hermanas, pero lo cual los sitúa en una equivalencia con los hermanos, estos dos hombres se encuentran ahora juntados con mujeres, se nos dice, a las que han elegido realmente para poder ejercer cierto número de tendencias agresivas y otras, y protegerse en ellas de una inclinación, mi Dios, analíticamente no discutible hacia el otro sexo.

"En cuanto a estos dos hombres -dice Lucy Tower- yo estaba perfectamente al tanto de lo que pasaba con sus mujeres, y especialmente que eran demasiado sometidos, demasiado hostiles y en un sentido demasiado devotos, y que las dos mujeres -pues entra de lleno en la apreciación con el punto de vista de los prismáticos- que las dos mujeres se hallaban frustradas por esa falta de una suficientemente non-inhibited masculine assertiveness, de una manera de afirmarse como hombre en forma no inhibida".

En otras palabras -entramos de inmediato en lo importante del tema-, ellos no simulan lo suficiente. En cuanto a Lucy Tower, desde luego, sin saber que algo en la cuestión amenaza hacerla caer en la trampa, se siente muy "protective", un poco demasiado "protective", aunque de manera diferente en el caso del primer hombre: Tower dice que ella protege un poquitín demasiado a su mujer, y en el segundo un poquitin demasiado a él.

 

Jacques Lacan, Seminario X: "La angustia", Clase 16, 27 de Marzo de 1963.

Entonces, ¿por dónde encaminarse para comprender qué hay en la mujer de eso que sospechamos, donde también ella tiene su entrada hacia la falta? Bastante nos machacan los oídos con la historia del penis-neid. Aquí creo necesario remarcar la diferencia: por supuesto que para ella también hay constitución del objeto a del deseo, porque ocurre que las mujeres, también ellas hablan. Podemos lamentarlo, pero es así. Por lo tanto, también ella quiere el objeto, e incluso un objeto en tanto que ella no lo tiene. Esto es lo que Freud nos explica, que para la mujer esa reivindicación del pene permanecerá hasta el final enlazada esencialmente a la relación con la madre, es decir, a la demanda. Es en la dependencia de la demanda que se constituye el objeto a para la mujer. Ella sabe muy bien -me atrevo a decir: algo sabe en ella- que de lo que se trata en el Edipo no es de ser más fuerte más deseable que la madre -en el fondo, se da cuenta bastante pronto de que el tiempo trabaja en su favor- , sino de tener el objeto.

La profunda insatisfacción que juega en la estructura del deseo es, por así decir, pre-castrativa. Si ocurre que se interese como tal por la castración, - f [menos phi], es en la medida en que va a entrar en los problemas del hombre; es secundario, deutero-fálico, como con mucha exactitud articuló Jones, y alrededor de esto gira toda la oscuridad del debate, al fin de cuentas nunca resuelto, sobre el famoso falicismo de la mujer, debate en el cual yo diría: todos los autores tienen igualmente razón, a falta de saber donde está en verdad la articulación. No pretendo que la conserven sostenida, presente y viva, localizable de inmediato en vuestras mentes, pero entiendo llevarlos a rodearla por caminos suficientes como para que terminen sabiendo por dónde pasa eso y donde se da un salto cuando se teoriza. Para la mujer, es inicialmente lo que ella no tiene como tal lo que devendrá, constituye al comienzo el objeto de su deseo, mientras que al comienzo para el hombre es lo que él no es, es allí donde él desfallece. Por eso los hice tomar el camino del fantasma de Don Juan. El fantasma de Don Juan, de allí que sea un fantasma femenino es el anhelo en la mujer de una imagen que juega su función, función fantasmática; hay un hombre que lo tiene primero, lo cual evidentemente, dada la experiencia, es un claro desconocimiento de la realidad; pero todavía mucho más: él lo tiene siempre, no puede perderlo. Lo que precisamente implica la posición de Don Juan en el fantasma, es que ninguna mujer puede tomárselo, esto es lo esencial, y evidentemente -por eso dije que se trata de un fantasma femenino- esto es lo que él tiene, en esta ocasión, de conocer con la mujer, a quien, por cierto, no se le puede tomar puesto que ella no lo tiene. Lo que la mujer ve en el homenaje del deseo masculino es que ese objeto, digámoslo, seamos prudentes, pasa a ser de su pertenencia. Esto no quiere decir nada más que lo que acabo de sostener: que no se pierde. El miembro perdido de Osiris: tal es el objeto de la búsqueda y custodia de la mujer. El mito fundamental de la dialéctica sexual entre el hombre y la mujer está acentuado aquí en grado suficiente por toda una tradición, y también lo que la experiencia "psicológica" (entre comillas) en el sentido que tiene la palabra en los escritos de Paul Bourget, de la mujer; no nos dice que una mujer siempre piensa que un hombre se pierde, que se extravía con otra mujer. Don Juan le asegura que hay un hombre que no se pierde en ningún caso.

Es evidente que hay otras maneras privilegiadas, típicas, de resolver este difícil problema de la relación con el a para la mujer, otro fantasma, si ustedes quieren. Pero en verdad, no cae de su peso, no fue ella quien lo inventó. Ella lo encuentra ready made. Por supuesto, para interesarse por él es preciso que esa mujer tenga, por así decir, cierta clase de estómago; me refiero, digamos en el orden de lo "normal", a ese tipo de áspera fornicadora de la que Santa Teresa de Avila nos da el ejemplo más noble y cuyo acceso, éste más imaginario, nos es dado por el tipo de la que se enamora de un sacerdote, o un punto mas: de la erotómana. Su matiz, su diferencia es, por así decir, del nivel donde se colige el deseo del hombre con lo que él representa de más o menos imaginario como enteramente confundido con el a. Hice alusión a Santa Teresa de Avila, también hubiera podido hablar de la beata Margarita María Alacoque, quien ofrece la ventaja de permitirnos reconocer la forma del a en el Sagrado Corazón. Para la enamorada de sacerdote, cierto que es en la medida en que algo de lo que no podemos decir crudamente que, para establecerlo basta con la castración institucionalizada, sin embargo en este mismo sentido el pequeño a como tal es puesto adelante perfectamente aislado, propuesto como el objeto elegido de su deseo. Para la erotómana, no hay necesidad de que el trabajo esté preparado; ella misma lo hace.

Jacques Lacan, Seminario XVIII: "De un discurso que no sería del semblante", Clase 4, 17 de Febrero de 1971.

Querría volver a esto: ¿desde dónde se interroga la verdad?. Porque la verdad puede decir todo lo que ella quiere. Es el oráculo. Eso existe desde siempre y después de eso uno no tiene más que arreglárselas. Sólo que hay un hecho nuevo, el primer hecho nuevo desde que funciona el oráculo, es decir, desde siempre. El hecho nuevo, es un hecho escrito y que se llama La Cosa Freudiana donde indiqué esto que nadie había dicho jamás; sólo que como está escrito naturalmente ustedes no lo han entendido. Dije: La Verdad habla yo(1). Si ustedes habían dado su peso a esta especie de exuberancia polémica que hice para presentar la Verdad -ni siquiera recuerdo lo que escribí- como volviendo a la pieza con ruido de espejos rotos, quizás eso hubiera podido abrirle las orejas. ¡Pero el ruido de los espejos que se rompen, en un escrito, no les sorprende!. Sin embargo, estaba bastante bien escrito. Es lo que se llama efecto de estilo. Y eso por cierto les hubiera ayudado a comprender lo que quiere decir -la Verdad habla yo-.

Quiere decir que se le puede decir tú y voy a explicarles para qué sirve esto. Van a creer, desde luego, que voy a decirles que sirve para el diálogo. Hace mucho tiempo que dije que no había diálogo. Y con la Verdad, naturalmente, mucho menos. Sin embargo, si ustedes leen algo que se llama "La Metamatemática" de Lorensen , hoy lo traje, está en Gantier-villars et Muton, y, además, voy incluso a indicarles la página donde ustedes verán cosas astutas, son diálogos, diálogos escritos, es decir, que es él mismo quien escribe las dos réplicas, es muy instructivo, se remitirán a la página 22, y podría traducirlo de más de una manera, incluso sirviéndome de mi ser y de mi tener de hace un rato. Pero iré más lentamente, para recordarles esta cosa sobre la cual ya he puesto el acento, a saber que ninguna de las paradojas en las cuales se detiene la lógica clásica, señaladamente aquella de "yo miento", se sostiene sino a partir del momento en el que está escrito. Es muy claro que quiere decir "yo miento", es una cosa que no hace ningún obstáculo, dado que sólo se hace eso. ¿Entonces, por qué se lo diría?, ¿qué quiere decir eso?. Que solamente cuando está escrito hay paradoja, porque se dice: "¡Vaya, usted miente o bien dice la verdad!". Es exactamente la misma cosa que les hice observar hace un momento, escribir el número más pequeño que se escribe en más de quince palabras. Ustedes no ven ahí ningún obstáculo cuando se los digo: si está escrito, ustedes lo cuentan, se darán cuenta que no hay más de trece, en lo que acabo de decirles, pero sólo se cuenta si está escrito. Porque si está escrito en japonés, los desafío a contarlos, porque ahí ustedes se harán igualmente la pregunta: hay pequeños fragmentos de vagidos, pequeños oh y pequeños wua, que ustedes se preguntaran que es necesario pegarlos a la palabra, o si es necesario separarlos y contarlos por una palabra. Sólo cuando está escrito se puede contar.

Entonces la verdad, ustedes verán que es exactamente como en "La Metamatemáfica" de Lorensen, si ustedes afirman que no se puede decir a la vez si y no sobre el mismo punto, bien, ustedes ganan. Verán en un rato lo que ganan. Pero si ustedes apuestan que es sí o no, ahí pierden. Vayan a Lorensen. Voy a ilustrárselos enseguida.

Afirmo: no es verdad -le digo a la Verdad- que digas a la verdad y que mientas al mismo tiempo. La Verdad puede responder muchas cosas, ya que son ustedes quienes la hacen responder, y no les cuesta nada. De todas maneras eso va a llegar al mismo resultado, pero para permanecer pegado a Lorensen se los detallo. Ella dice: digo la verdad. Ustedes responden que: yo no te le hago decir. Entonces para joderlos ella les dice: miento. A los que ustedes responden: ahora gané, sé que te contradices. Eso no tiene más alcance. Que el inconsciente diga siempre la verdad y que mienta, en él se puede sostener perfectamente. Simplemente les corresponde a ustedes saberlo.

¿Qué les enseña esto? Que de la verdad sólo saben algo cuando se desencadena, porque ella se ha desencadenado: ha roto vuestra cadena. Les dijo las dos cosas, además, cuando ustedes decían que su conjunción no era sostenible. Pero supongan lo contrario, que ustedes le hayan dicho: "o dices la verdad o mientes". Bueno, ahí corre por cuenta de ustedes. Porque es lo que ella les responde: "Te lo concedo, me encadeno". Tu me dices: "o dices la verdad o mientes", y en efecto es verdad. Sólo que entonces, ahí ustedes no saben nada. Ustedes no saben nada de lo que ella les dijo, ya que ella dice la verdad o ella miente. De manera que ustedes pierden. No sé si la pertinencia de esto se los muestra, pero quiere decir esto, de lo cual constantemente tenemos la experiencia, y es que la verdad, se niega, entonces esto me sirve para algo. Siempre estamos en contacto con eso en el análisis. Pero si ella se abandona, si acepta mi cadena, no importa cual, entonces no entiendo nada. Dicho de otra manera eso me deja deseando. Me deja deseando, me deja en posición de demandante, ya que me equivoco cuando pienso que soy restaurador de una verdad que sólo puede reconocer a título de desencadenador. Ustedes hacen ver que desencadenamiento participan.

Hay algo que merece ser destacado en este informe, es la función de ese algo que hace mucho tiempo pongo muy suavemente sobre el banquillo y que se llama la libertad. Ocurre que a través de nuestros fantasmas, hay quienes elucubran de cierto modo donde, sino la verdad misma, al menos el falo se podría domesticar. No les diré en que variedades de detalles esa clase de elucubraciones puede desplegarse. Pero hay algo impresionante, es que, dejando de lado una cierta clase de falta de seriedad que es quizás lo que hay de más sólido para definir la perversión, y bien, esas soluciones elegantes les aclaro que las personas para quienes eso es serio, todo ese pequeño asunto, porque, Dios santo, el lenguaje cuenta para ellos, lo escrito también aunque más no sea porque eso permite la interrogación lógica, porque al fin de cuentas ¿qué es la lógica, si no es esa paradoja absolutamente fabulosa que sólo permite a lo escrito tomar la Verdad por referencia?. Por eso es evidente que se comienza, cuando se comienza por dar las primeras, las primeras fórmulas de la lógica proposicional, se toma como referencia que hay proposiciones que pueden marcarse con V -verdad- y otro que pueden marcarse como falso -F. Referirse a la Verdad, es plantear lo falso absoluto, es decir, un falso al cual uno podría referirse como tal.

Las personas serias -retomo lo que estoy diciendo- a las cuales se le proponen esas soluciones elegantes que serían la domesticación del falo, y bien, es curioso: son ellas las que se niegan. Y porque, sino para preservar lo que se llama la libertad en tanto que ella es precisamente idéntica a esta no-existencia de la relación sexual. Porque en fin, hay necesidad de indicar que esta relación del hombre y de la mujer, en tanto que es por la ley, la ley llamada sexual, radicalmente falseada, es ese algo que no obstante deja deseando que para cada uno exista su cada una para responderle. Si eso ocurre, ¿qué se dirá?. No por cierto que estaba allí la cosa natural, ya que no hay a este respecto naturaleza, ya que la mujer no existe. Que exista, es un sueño de mujer, pero es el sueño de donde salió Don Juan. ¡Si hubiera un hombre para quien la mujer exista, sería maravilloso!. Uno estaría seguro de su deseo. Es una elucubración femenina. Para que un hombre encuentre a su mujer, que otra cosa, sino la fórmula romántica: ¡era fatal!, ¡estaba escrito!. Una vez más volvimos a esta encrucijada que es aquella en la que he dicho que haré vascular lo que ocurre con el verdadero señor, con el tipo que es lo se que traduce -muy mal, a fe mía- por el hombre un poquito por debajo de lo común, es este equilibrio entre el Sin, esta naturaleza tal que ella esta inscripta por el efecto de lenguaje, inscripta en esta disyunción del hombre y la mujer y por otra parte está escrito, este Ming, ese otro carácter que ya les hice una primera vez, del cual hago aquí bajo la forma que es aquella ante la cual vuestra libertad retrocede.

Jacques Lacan, Seminario XX: "Aún", Clase 1: Del Goce, 21 de Noviembre de 1972.

... miremos de cerca lo que nos inspira la idea de que, en el goce de los cuerpos, el goce sexual tenga ese privilegio, el de estar especificado por un impasse.

En este espacio del goce, tomar algo obtuso, cerrado, es un lugar, y hablar de ello es una topología. En un escrito que verán publicado como el filo de mi discurso del año pasado, creo demostrar la estricta equivalencia de topología y estructura. Si nos guiamos por esto, es una geometría lo que distingue al anonimato de aquello de que se habla como goce, o sea de lo que ordena el derecho. Una geometría es la heterogeneidad del lugar, es decir, que hay un lugar del Otro. De este lugar del Otro, de un sexo como Otro, como Otro absoluto, ¿qué nos permite afirmar el desarrollo más reciente de la topología?.

Asomaré aquí el término de compacidad. Nada más compacto que una falla, si se establece claramente que, al admitir como existente la intersección de todo lo que allí se cierra en un número infinito de conjuntos, resulta que la intersección implica ese número infinito. Es la definición misma de la compacidad.

Esta intersección de la que hablo es la que asomé antes como lo que cubre, lo que hace de obstáculo, a la supuesta relación sexual.

Supuesta solamente, pues enuncio que el discurso analítico no se sostiene sino con el enunciado de que no hay relación sexual, de que es imposible formularla. Eso es lo que sostiene el avance del discurso analítico, y por allí es como determina cuál es realmente el estatuto de todos los demás discursos.

Tal es, denominado, el punto que cubre la imposibilidad de la relación sexual como tal. El goce, en tanto sexual, es fálico, es decir, no se relaciona con el Otro en cuanto tal. Sigamos por ahí el complemento de esta hipótesis de compacidad.

La topología que califiqué de más reciente, partiendo de una lógica construida sobre la interrogación del número, que conduce a la instauración de un lugar que no es el de un espacio homogéneo, nos proporciona una fórmula. Tomemos el mismo espacio obtuso cerrado, que se supone instituido, el equivalente de lo que hace poco afirmé de la intersección que se extiende al infinito. Si lo suponemos recubierto de conjuntos abiertos, es decir, que excluyen su límite -para darles una imagen rápida, el límite es lo que se define como algo más grande que un punto, más pequeño que otro, pero en ningún caso igual ni al punto de partida ni al punto de llegada- se demuestra que es equivalente decir que el conjunto de estos espacios abiertos se ofrece siempre para un sub-recubrimiento de espacios abiertos, que constituye una finitud, o sea, que la secuencia de los elementos constituye una secuencia finita.

Podrán notar que no dije que se pueden contar. Y, sin embargo, eso es lo que implica el término . A la postre, se les cuenta, uno por uno. Pero antes de llegar allí, será necesario encontrar un orden, y habrá de pasar algún tiempo antes de poder suponer que este orden pueda encontrarse.

En todo caso, ¿qué implica la finitud demostrable de los espacios abiertos capaces de recubrir el espacio obtuso, cerrado para la ocasión, del goce sexual?, que los dichos espacios pueden ser tomados uno por uno -y ya que se trata del otro lado, pongámoslo en femenino- una por una.

Es precisamente esto lo que sucede en el espacio del goce sexual, que por ello resulta ser compacto. El ser sexuado de esas mujeres no-todas no pasa por el cuerpo, sino por lo que se desprende de una exigencia lógica en la palabra. En efecto, la lógica, la coherencia inscrita en el hecho de que existe el lenguaje y de que está fuera de los cuerpos que agita, en suma, el Otro que se encarna, si se me permite la expresión, como ser sexuado, exige este una por una.

Y eso es lo extraño, lo fascinante, cabe decirlo: esta exigencia de lo Uno, como ya podía hacérnoslo prever extrañamente el Parménides, sale del Otro. Allí donde está el ser, es exigencia de infinitud.

Retornaré al asunto de ese lugar del Otro. Pero desde ya, para hacer imagen, se los ilustraré.

Es bien sabido cuánto se han divertido los analistas con Don Juan, con el cual hicieron de todo, y, hasta lo que es el colmo, un homosexual. Pero céntreselo sobre la imagen que acabo de hacerles, ese espacio del goce sexual recubierto por conjuntos abiertos, que constituyen una finitud, y que a la postre se cuentan. ¿Acaso no se ve que lo esencial en el mito femenino de Don Juan es que las posee una por una?.

Eso es el otro sexo, el sexo masculino, para las mujeres. En esto, la imagen de Don Juan es muy importante.

Desde el momento en que hay nombres, se puede hacer una lista de las mujeres, y contarlas. Si hay mile e tre es porque puede poseérselas una por una, que es lo esencial. Y es algo muy distinto al Uno de la fusión universal. Si la mujer no fuese no-toda, si en su cuerpo no fuese no-toda como ser sexuado, nada de esto se sostendría.

Los hechos de los que les hablo son hechos de discurso, de un discurso cuya salida buscamos en el análisis, ¿en nombre de qué?: de dejar plantados a los demás discursos.

Mediante el discurso analítico el sujeto se manifiesta en su hiancia, a saber, en lo que causa su deseo. Si no hubiese eso, yo no podría recapitular con una topología que pese a todo no se refiere a la misma incumbencia, al mismo discurso, sino a otro, muchísimo más puro, y que pone de manifiesto mucho más el hecho de que no hay génesis sino de discurso. El que esta topología converja con nuestra experiencia hasta el punto de permitirnos articularla, ¿acaso no es algo que puede justificar lo que, en lo que ofrezco, se sustenta, se suspeora, por no recurrir nunca a ninguna sustancia, por no referirse nunca a ningún ser, y por estar en ruptura con cualquier cosa que se enuncie como filosofía?.

Todo lo que se ha articulado del ser supone que se pueda rehusar el predicado y decir el hombre es, por ejemplo, sin decir qué. Lo tocante al ser está estrechamente ligado a esta sección del predicado. Entonces nada puede decirse de él si no es con rodeos que terminan en impases, con demostraciones de imposibilidad lógica, donde ningún predicado basta. Lo tocante al ser, a un ser que se postule como absoluto, no es nunca más que la fractura, la rotura, la interrupción de la fórmula ser sexuado en tanto el ser sexuado está interesado en el goce.

Jacques Lacan, Seminario XX: "Aún", Clase 10: Redondeles de hilo. 15 de Mayo de 1973.

El Uno genera la ciencia. No en el sentido del uno de la medida. En la ciencia, lo importante no es lo que se mide, al contrario de lo que se cree. Lo que distingue la ciencia moderna de la ciencia antigua, la cual se basa en la reciprocidad entre el (escritura en griego) y el mundo, entre lo que piensa y lo que es pensado, es precisamente la función del Uno. Del Uno, en tanto que no está allí, es lícito suponer, sino para representar la soledad: el hecho que el Uno no se anuda verdaderamente con nada de lo que al Otro le parece sexual. Todo lo contrario de la cadena, cuyos Unos están todos hechos de la misma manera, de no ser más que Uno.

Cuando dije: "Hay Uno", cuando insistí en eso, cuando verdaderamente pisoteé eso como un elefante todo el tiempo el año pasado, se dan cuenta en qué los estaba metiendo.

¿Cómo situar, entonces, la función del Otro? Si hasta cierto punto el soporte de lo que queda de todo lenguaje cuando se escribe son simplemente los nudos del Uno, ¿cómo postular una diferencia? Porque está claro que el Otro no se adiciona con el Uno. El Otro solamente se diferencia de él. Si por algo participa del Uno, no es por adicionársele. Pues el Otro- como ya lo dije, pero no es seguro que hayan oído- es el Uno-en-menos.

Por eso, en toda relación del hombre con una mujer -la mujer en cuestión-, ésta ha de tomarse desde el ángulo de la Una-en-menos. Ya lo había indicado a propósito de Don Juan, pero, por supuesto, una sola persona se percató de ello: mi hija.

No basta con haber encontrado una solución general al problema de los nudos borromeos, para un número infinito de nudos borromeos. Debería haber algún medio para mostrar que es la única.

Ahora bien, lo que pasa es que, hasta hoy día, no existe ninguna teoría de los nudos. Hasta hoy día, no se aplica ninguna formalización matemática a los nudos que permita, aparte de algunos artilugios como los que les enseñé, prever que una solución como la que acabo de proponer no es simplemente ex-sistente, sino necesaria, que no cesa- como defino a lo necesario- de escribirse.

 

martes, 16 de junio de 2009

RESUMEN. Diario de un seductor de Soren Kierkegaard.


Un hombre (cuyo nombre no se menciona en la obra) entra a espiar nerviosamente en el recinto abandonado de Juan. Ya ha ocurrido la burla  de Juan hacia una muchacha de 16 años llamada Cordelia. El intruso desconocido encuentra el diario del burlador. Este desconocido conoció a Juan a través del testimonio de Cordelia y no en persona. Habiéndose enterado de cómo era Juan, lo embargó una gran curiosidad y por ello va a parar en su casa. Allí encuentra el Diario y lo publica junto con las cartas que Cordelia le envió a Juan una vez que éste la abandonó. Juan nunca abrió las cartas de Cordelia, se las regresó selladas. En las cartas Cordelia expresa su amor infinito por Juan y le dice que ella seguirá siendo suya siempre y que ese será su castigo. Luego de este introductorio comienza la acción que narra el diario del seductor.  

Juan es un hombre joven que ha seducido muchas mujeres, un día se enamora a primera vista de una muchacha cuyo nombre es Cordelia. Se enamora perdidamente y se propone seducirla, pero no la conoce, ni sabe donde vive. Es una situación difícil pero para Juan esto vuelve más interesante la conquista. Empieza a seguir a Cordelia a donde quiera que vaya sin que ésta se dé cuenta. Cordelia tiene 16 años y es muy hermosa, Juan percibe y describe con los más mínimos detalles su aspecto físico, pero también se da el privilegio de especular sobre su alma y sus sentimientos. En esta parte de la obra vemos que Juan es un hombre culto, inteligente, reflexivo, pero también perverso, que ha hecho de todo para conquistar mujeres: desde aprender francés para conquistar a una francesa, hasta tomar clases de ballet para conquistar a una bailarina, pero siempre las ha burlado.

Juan entonces descubre que la chica que lo flechó no está comprometida. Averigua que vive en Stormgade (una ciudad) y además oye que ésta queda con un chico para verse en la exposición. Mientras Cordelia espera al chico que no llega, Juan aprovecha y se le acerca por primera vez y le dice que si está esperando a alguien debería mirar en otras salas, ella seguidamente le hace una pequeña reverencia. Cordelia seguirá esperando y el chico seguirá sin aparecer, entonces Juan decide ir a hablar con ella cuando de repente el tan esperado muchacho llega, entonces Juan se va. Desde esa noche no vuelve a ver a Cordelia. Ya ha pasado un mes. Juan se desespera, sale a buscarla por las calles pero no la encuentra, pero un repentino día la ve de nuevo y empieza con fervor a seguirla hasta averiguar dónde vive. Cordelia vive sola en un lugar desolado y por las tardes va a visitar a su tía, a la que Juan afortunadamente ya conocía. La tía se llama Jansen y es la que le presenta a Cordelia. Entonces Juan empieza a aparecerse “casualmente” en todos los sitios a donde va Cordelia. Ésta se fija en él y en varias oportunidades se dirige para saludarlo pero éste la trata con indiferencia. Todo esto forma parte de un plan de Juan de un enamoramiento gradual y metódico de Cordelia ¿por qué? Por que Juan quiere que Cordelia conozca el error y que se conozca a sí misma, para él la desilusión es importante, porque lo más vale la pena para éste Juan es el proceso de conquista y enamoramiento y no el conservar a la persona conquistada como una presa. En un momento se pregunta a sí mismo si lo que quiere es hacer de Cordelia una persona como él, pero no, esto le parece peligroso, simplemente quiere que Cordelia ame, pero que tras la desilusión de ese amor comprenda que el amor terrenal es imposible y hasta cursi, que lo que vale es la libertad total del sentimiento y abandonarse a los máximos placeres espirituales y artísticos.

El plan de Juan se activa. Consiste primeramente en buscarle un enamorado (Eduardo) a Cordelia -otro a parte de él mismo- de quién se hará gran amigo y al cual hasta le enseñará trucos para conquistarla. También se hace mejor amigo de la tía, pues el siempre acompañará a Eduardo a visitarla a Cordelia a la casa de la tía. En estos encuentros Juan directa o indirectamente empieza a incidir sobre Cordelia y esto el lo disfruta muchísimo. Disfruta en definitiva moldear el interior de una muchacha tan pura, observar “sus progresos” como si ésta fuera su escultura o su experimento alquímico. En fin logra hacer de ella una “mujer” diferente a lo que era antes. Llega el momento en que Juan decide por fin entrar en materia y declara su amor a Cordelia un día que Eduardo no está. Luego le propone que salgan juntos pero Cordelia no dice que sí ni que no y le consulta a su tía. Su tía, quién se hizo amiguísima de Juan, le dice que no lo piense dos veces y que en todo caso Juan es mejor que Eduardo. Cordelia acepta y deja de prestarle atención a Eduardo. Por otra parte la relación entre Eduardo y Juan se rompe pero a este último no le importa ni lo más mínimo. Juan y Cordelia empiezan a salir y esta se empieza a enamorar paulatinamente. Se divierten mucho juntos y hasta llegan a ser como dos amigos cómplices, se burlan de la sociedad, hablan de libertad. Cordelia deja de ser una muchacha convencional, descubre la ironía y su poder de seducción. Luego se hacen formalmente novios. Para entrar en un plano más erótico, Juan empieza a escribirle muchas cartas, le escribe que quiere besarla y que él es suyo. Cordelia se deslumbra, vive enteramente su amor y por supuesto Juan empieza a aburrirse, mientras sus cartas y su aptitud, incluso sus pensamientos reflejan que el esta hipnotizado de amor y deseo. Es muy ambiguo porque Juan se siente feliz en el amor pero a la vez se está preparando para dejarla. Entonces se fija en otras mujeres y decide nadar en sentido contrario buscando que Cordelia se desenamore de él. Deja de ir a verla con tanta frecuencia. Le es infiel, Cordelia se entera y decide romper la relación. Por último Juan hace que Cordelia se vaya al campo para ver si se pueden restablecer los lazos, se dan una especia de “tiempo”. Juan sabe que Cordelia querrá volver con el otra vez. Cuando Cordelia regresa lo hace decidida a casarse, va al hogar de Juan y el criado (Santi, que según Juan es un experto en la materia de ayudarlo) la hace pasar al salón. Cordelia inmediatamente se da cuenta que Juan se ha ido, sin embargo algo atrae su mirada, es un libro de Amor y Psique de Apuleyo que Juan deja a propósito para que ésta lo vea. Cordelia agarra el libro y descubre una rama de mirto que marca una página. Para este momento Juan imagina que todo estará consumado, pues ella leerá esa página que él le deja. Al fina Juan está elucubrando solo como siempre sobre lo erótico, el amor, la muerte, la belleza y piensa por un momento si es posible engatusar tanto a una joven ( o sea influenciarla como lo hizo con Cordelia con sus prácticas) que ésta aprenda así mismo a aburrirse, pero esto es una farsa para Juan, nadie y menos una mujer pueden ser como él.

lunes, 15 de junio de 2009

El Fantasma de la ópera-Don Juan

El fantasma de la ópera es una historia de un hombre que crea esa visión de fantasma pero que no lo es, simplemente es un hombre de cara deforme, ingeniero, realizador de trampas, ventrilocuo, un aseino y un genio musical. Erick (el fantasma) está enamorado de Cristine, una joven que ha perdido a su padre y que piensa que esté es su angel de la música. Realmente en el libro son pocas las alusiones a un Don Juan, simplemente Erick escribe un Don Juan Triunfante como su máxima obra, la ópera de su vida.
El libro o mejor dicho el personaje no es para nada Don Juanesco, simplemente es un personaje que anhela ser como Don Juan, ya que él es todo lo contrario, es feo, para nada atractivo, estafador, lo contario de Don Juan que es atractivo, sensusa, poseía amor y libertad, algo que Erick quiere con toda su alma... Por eso le pone especial importancia a su Don Juan Triunfante, dice "Tiene que estar acabado, completamente acabado", estas son sus palabras, no debe estar incompleto a la hora de su muerte.

domingo, 14 de junio de 2009

El más bello amor de Don Juan

Es uno de los seis relatos que se encuentra en “Las diabólicas” (1874), la obra más conocida del escritor francés Jules Barbey D’Aurevilly.
El cuento está dividido en cuatro pequeñas partes.
Todo empieza con un diálogo entre un hombre y una mujer. Ella, la (vieja) marquesa Guy de Ruy, duda de que aún pueda existir algún don Juan; mientras éste (cuyo nombre nunca sabemos) afirma que efectivamente sí existe ya que está “encarnado” en el conde Julio Amadeo Héctor de Ravila de Ravilès, el cual es su amigo. A medida que avanza la conversación ella reconoce que ciertamente ese conde es don Juan.
Este hombre le cuenta que hace poco don Juan estuvo con doce mujeres (de un barrio llamado Saint Germain) en el gabinete íntimo de la condesa de Chiffrevas. Estas mujeres eran condesas, duquesas y marquesas ya maduras. Por su parte, don Juan también es presentado como un hombre mayor.
Se habían reunido en dicho gabinete para tener una cena bien particular, en la cual ellas se mostraron muy coquetas y bellas con él, tanto así que lo trataron como a un rey.
Este hombre nos aclara que él no estuvo presente en la cena sino que fue el mismo don Juan quien le contó todo el asunto.
Durante la cena, las mujeres y don Juan lo que hicieron fue comer, coquetear, bromear un poco y hablar. En la madrugada, cuando los ánimos de las mujeres comenzaron a disminuir, una de éstas le preguntó a don Juan cuál había sido el amor más bello de su vida; y él, sin problemas, se dispuso a contar su historia, despertando una vez más el ánimo de todas las presentes.
Comienza don Juan su narración comentando que hay muchas teorías sobre el amor más impactante de todos; unos dicen que no es el primero, otros dicen que tampoco es el último, algunos afirman que es el segundo, pero, según él, en el campo del amor todo puede ser cierto o falso.
Él cuenta que ese amor se dio en los mejores tiempos de su juventud. Se encontraba en una relación con una bella marquesa, la cual poseía todos los atributos que se le podrían pedir a una mujer; y que, a pesar de ser torpe en las caricias, ella poseía mucho amor. Esta dama estaba casada y, además, tenía una hija de trece años.
Don Juan disfrutaba mucho estar con esa mujer. También cuenta que la hija era fea y que aunque él la trataba con cortesía ella siempre le respondía con desprecios. Comenta que la niña era muy devota y se confesaba con frecuencia.
Un tiempo después, la marquesa le contó a don Juan algo increíble. Al parecer en aquellos días el cura confesor de la niña fue a hablar con la madre para decirle que su hija le había dicho que estaba encinta, aunque él estaba convencido de que todo era un error. La madre preocupada fue a preguntarle al respecto y la hija le respondió que era cierto, que estaba encinta del conde Ravila, es decir, de don Juan.
La situación se aclaró cuando la niña le contó a su madre lo que había pasado. Fue una noche en la que el conde estaba sentado en un sillón de la casa; después que él se levantó y abandonó el lugar la niña se sentó en el mismo sillón y sintió algo maravilloso…creyó sentir a un niño. Y ese fue el más bello amor que este don Juan inspiró en su vida.

sábado, 13 de junio de 2009

Don Juan: Una mujer menos

Esta es mi imagen. Disculpen un detalle, la mujer si tiene cabeza, en todo caso, sigue siendo una mujer deforme, lo que reafirma mi idea de que Don Juan, no desea una forma, (se la pasa dando nuevas formas es demasiado revolucionario) sino el movimiento que da forma, no el producto sino el proceso. Cada mujer, no es una más sino una menos en el infinito por conquistar (a Lacan se le ocurrió así) que lo atormenta. El infinito es inconquistable, -pues se vacía incesantemente- y eso produce una angustia, un combustible corporal, un movimiento que va y traspasa la mujer, un pene que fragmenta todo. Don Juan logra dominar la angustia con la muerte, sin temor a la muerte o con resistencia a la muerte, un rastro de Don Juan siempre muere con una menos, su insaciabilidad va contra sí mismo. Don Juan es un trasnochado que conoce la contención del sueño.   

Algunas imágenes de Don Juan







Me parece que Johnny Depp en la película “Don Juan de Marco” encarna perfectamente al Don Juan presentado por Tirso de Molina en El burlador de Sevilla y convidado de piedra. Un hombre joven, apuesto, cortés y con la capacidad de seducir a cualquier a través del don de la palabra. Aquí les dejo algunas imágenes.






Don Juan (contado por él mismo) - Peter Handke

Don Juan llega aun refugio en un albergue abandonado, cerca de un monasterio en Port-Royal-des-Champs, en Francia. Allí, vivía un cocinero, amante de la lectura,que parecía decepcionado de la vida, y al que Don Juan comienza a contarle la historia de los últimos siete días de su vida hasta ese momento. Contaba una historia por noche, es decir que estubo una semana con este hombre.A pesar de que dice que es contado por sí mismo, en realidad la historia la narra el cocinero.
Don Juan cuenta sus encuentros con siete mujeres, de todas partes del mundo; pero no son encuentros físicos, sino, una especie de encuentros "espirituales", pues Don Juan, tiene un poder, que no es el de la seducción: una mirada irresistible.
De esta mujeres, no sabemos mucho, pues a Don Juan no le gusta dar detalles; de hecho, solo se nos da a conocer la localización de cinco de ellas, de las otras dos, no se dice nada.
Algunos de los encuentros de estas mujeres con Don Juan, no son más que simples miradas; pero cuando están juntos, es como si el tiempo se detuviera; así de cauitivadora es su mirada. Desde luego, estas mujeres son "indescriptiblemente bellas".
Cuando Don Juan siente que es la hora de irse, no huye, simplemente se marcha, incluso se despide de algunas.Él no busca a las mujeres, ni las burla, ni las engaña,son ellas, las que buscan a Don Juan.
Es cierto que este Don Juan es diferente a los que la tradición nos muestra, y es que es un hombre solitario, aislado y atormentado por la muerte de su hijo;le gustaba estar solo, para pensar y reflexionar. Esta gran tristeza, parecía ser el impulso que lo ayudaba a continuar en la vida.
Es amable, y le gusta ayudar a la gente, servirles sin ser un criado, de la misma forma, que ellos sienten la necesidad de servirile a él.
A pesar de estas rasgos tan poco Donjuanescos, no deja de ser habilidoso y preciso en todo lo que hace, como es un Don Juan.

La presencia del criado en esta obra, es más la de un compañero. Es un cochero, que de camino a una boda, se encuentra con Don Juan, y lo lleva con él.Es en esta boda, en donde Don Juan conoce a la primera mujer(al novia), y se siente agobiado por el interés que ella le despierta; es como si despertara de un gran letargo, en el que se estaba sumergido.
Este cochero, no cumple con las características de la relación amo- sirviente, porque Don Juan no es su amo, es un compañero. Este "criado", hace lo que quiere, cuando quiere,incluso se va y deja a Don Juan (no sin antes prepararle lo que necesita para continuar su viaje).Es un poco bufón, y hasta Donjuanesco, pues tiene muchas mujeres.La diferencia es que son mujeres feas.
Finalmente, Don Juan se marcha y deja al concinero, considerando nuevas perspectivas en la vida, y con la certeza de que ha estado en presencia del verdader Don Juan.

miércoles, 10 de junio de 2009

Don Juan, el burlador de niñas

Noticia de un "Don Juan"

Interesante como en el artículo tildan a este pedófilo de Don Juan, ya que el presunto no forzaba a las niñas, ni las burlaba.. Digamos que simplemente era un trueque, ni siquiera un soborno (claro que eso no lo justifica).. Más allá de que el artículo fuese escrito en Sevilla, me pareció curioso el énfasis en la figura del “burlador”..

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Sevilla, Miércoles, 16 de mayo de 2007
JOSÉ LUIS GARCÍA.

Un verdadero «donjuan» que, a sus 65 años, optó por camelarse a niñas para que le otorgaran sus favores sexuales·

Don Juan era un hombre apreciado y admirado en el barrio de Villegas; no en vano era el farmacéutico al que, unos más y otros menos, tenían que recurrir alguna vez en la vida. Pero don Juan trascendió su figura de profesional de la salud para convertirse en un verdadero «donjuan» que, a falta de merecimientos físicos o de edad -65 años-, optó por camelarse a niñas para que le otorgaran sus favores sexuales a cambio de dinero y regalos que no debieron levantar las sospechas de sus padres, porque los hubo que, incluso, facilitaron a su hija un documento firmado en el que se advertía que don Juan era un amigo y podían salir juntos.

Un buen amigo al que ahora la Policía ha detenido acusado de trece delitos de corrupción de menores y prostitución infantil, una cuantía delictiva que los investigadores temen que acabe siendo superior a los casos que figuran en las diligencias, lo mismo que temen el posible descubrimiento de casos en que las niñas sean bastante más jóvenes de los aproximadamente quince años que tienen las víctimas que ya han declarado para contar los tejemanejes del detenido y también para reconocer algunas que ellas mismas lo llamaban para sacarle regalos a cambio de algún achuchón.

Pero la cosa no siempre se quedaba en caricias o en sesiones de fotografías como las que ilustraban el calendario de 2006 que la Policía le ha intervenido, en el que aparecían varias menores y él mismo retratado con ellas, incluso a pares, sino que también llegó a la consumación de relaciones sexuales plenas.

Según el momento y el fin perseguido, Juan Manuel C.D., se valía de su propio vehículo o de su domicilio particular, en la calle León XIII, cercano a la Ronda de Capuchinos, donde finalmente fue detenido cuando dos menores se dirigían al mismo.

En el primero de los supuestos, tras hacerle los regalos que él elegía o las niñas le pedían, el coche era suficiente para la sucesión de caricias y tocamientos; en el caso de ir a mayores, la vivienda particular era el lugar discreto elegido.

Cinco años tras él

Para dibujar la historia de este burlador de Sevilla reencarnado hay que remontarse cinco años atrás, cuando un anónimo hecho llegar a la Policía lo señalaba como un presunto pederasta. Las investigaciones, sin embargo, no llegaron a dar sus frutos y por muchos seguimientos que se le hicieron, nada se pudo demostrar.

Tal vez confiado en la impunidad que le permitían incluso los documentos que lograba hacer que las niñas consiguieran de sus madres señalándolo como un amigo, Juan Manuel C.D. siguió rodeándose de menores, muchas de ellas de un instituto cercano a la barriada de Villegas, hasta el punto de que su comportamiento llegaba a escandalizar y provocar la denuncia de empleados de establecimientos y comercios a los que accedía acompañado por las niñas para comprarle caprichos que han sido tan variopintos como teléfonos móviles de última generación, ropa, joyas, comida en restaurantes, maquillaje, tintes de pelo, cremas de la farmacia, dinero en efectivo e incluso ciclomotores y el correspondiente seguro. Su obsesión era tal que en su casa incluso tenía, hecho en metacrilato, el busto de una de sus víctimas.

Detención frustrada

Esa impunidad a la hora de acariciar descaradamente a las menores que le acompañaban hizo que el pasado mes de febrero fuera denunciado por uno de los empleados de una bolera de Bormujos, donde Juan Manuel C.D. se encontraba acompañado de una niña de 17 años y una joven de 18.

El donjuan llamó la atención con su descarada actitud -llegaba a meter sus manos bajo las ropas de sus acompañantes- y fue detenido poco después por la Policía Local de Bormujos, como consecuencia de la denuncia de los trabajadores del local. Sin embargo, el farmacéutico no fue puesto a disposición judicial, sino dejado en libertad ya que, según las diligencias instruidas por los agentes que lo detuvieron, los actos denunciados no tenían carácter de graves.

Tres meses después de aquella detención no consumada judicialmente, los funcionarios del Grupo de Menores del Cuerpo Nacional de Policía lo detuvieron en su domicilio de la calle León XIII cuando recibía a dos menores. En uno de sus bolsillos, los agentes le encontraron uno de los escritos que pedía a las niñas, supuestamente firmado por sus padres, autorizándolas a que lo acompañaran.

El pase a disposición judicial de Juan Manuel C.D. como presunto autor de los trece delitos de corrupción de menores y prostitución infantil no es para los funcionarios del Grupo de Menores de Sevilla más que un punto y seguido en la investigación, ya que el «modus operandi» del donjuan de Villegas y el tiempo que llevaba actuando -se le han investigado incluso compañías de niñas de diez años- hace pensar que la trascendencia de su detención podría dar lugar a nuevas denuncias por parte de quienes en algún momento también cayeron en su red.

"Dinosaurio Pavo" por Goyo Shang

Una "Entrevista", con la que espero que rían y se haga más ligera (al menos por unos minutos) la semana de finales..

“Hoy como invitado especial, tenemos a Don Juan Bragueta, empresario y caminante de la vida. Don Juan nos contara sus experiencias a través de su larga trayectoria en nuestro querido país. Diga me Don Juan, como esta conformada su familia.

Bueno, buenas noches Don Goyo, gracias por invitarme a su programa y le cuento que cuando llegue a la Argentina vine solo y tenia 23 años, luego conocí a la Francisca, me ha casado y tres hijos hemos traído a este mundo.

Ha... que bien Don Juan, que linda familia que usted tiene, toda una vida junto a su esposa Francisca.

No, la verdad que no, ya que un día he llegado a mi casa y la Francisca estaba en la cama con mi primo el José y ahí me he separado. Solo he quedado con mis tres hijos. Ya hace 15 años de esto Don Goyo.

Bueno, luego de ese mal trance, ya estará mejor, supongo.

Y no, Don Goyo, ya que a los 5 meses me he juntado con la Clotilde, mi prima, que es una niña de rechupete y ahí hemos vivido juntos.

Que bien que ha podido encauzar su vida, Don Juan.

Y no Don Goyo, la Clotilde un día se ha ido con todos mis ahorros y me ha dejado solo, la muy desgraciada.

Y con semejante mala suerte, ahora solo, estará mas tranquilo, su corazón se encuentra en paz, supongo.

Y no Don Goyo, resulta que enfrente de mi casa vive Doña Jacinta, que es una amiga de toda la vida y siempre por las tardes tomamos unos mates juntos y charlamos sobre la vida. Y ella siempre me aconseja que me case otra vez, que tengo derecho a ser feliz, que soy joven todavía, dice la Jacinta, pero como usted sabrá yo ya andaba pisando los 70 Don Goyo.

Don Juan, seguro que nuestra audiencia estará contenta de que usted haya dicho basta, ante semejante convite.

Y no Don Goyo, resulta que la Jacinta tiene tres hijas, muy señoritas ellas y de su casa también y cuando le he pedido la mano de su hija Rosa a la Jacinta, la mayor de todas, se me ha desmayado. ¡Pobre mujer! y no se porque, ya que ella me decía que me casara otra vez.

Pero Don Juan, supongo que la pobre Jacinta estaría esperando que la pidiera en matrimonio a ella y no a una de sus hijas. Pero bueno, siga contando que nuestra audiencia está atenta a sus relatos.

Y después de tanto insistirle, nos hemos casado con la Rosa.

Yo ya tenía 71 años, pero me sentía muy bien, ya que la Rosa era muy linda niña.

Pero...cuantos años tenía esta niña, que usted dice Don Juan.

Y...la Rosa para esa época tendría como...28 años Don Goyo.

Mmm...que fiesta habrá hecho para festejar este acontecimiento...

Y... si, lo hicimos en el compito de Pergamino, que tiene unas 2500 has, eso si, invite a todo el pueblo!!! La Rosa, no quería tanta fiesta, por que es muy vergonzosa y tímida.

Y lo seguimos escuchando Don Juan, cuénteme de su hermosa y romántica luna de miel... donde fue, en un hotel de Bs As?

No... Nos fuimos al Brasil, por que a la Rosa le gusta tomar el sol. Y que linda que se pone, toda quemadita, con su vikini todo blanco y su pelo largo, rubio.

Que bien Don Juan, se lo nota muy enamorado, muy feliz junto a su esposa.

Y no Don Goyo, todavía no es mi esposa, todavía no.

Pero como que no, si ya es casado y esta junto a ella...

Pero le cuento, resulta que la Rosa dice, que antes de que sea toda mía, le tengo que demostrar que la quiero mucho, y que si la quiero, tendré que saber esperar. Que el verdadero amor no pasa por el sexo, tiene que ser amor puro, verdadero… Vio Don Goyo como piensa la juventud, es el modernismo.

Bueno Don Juan, pero habrá pasado unos días bárbaros con esas arenas blancas, aguas cristalinas, junto a su nuevo amor.

Y... si Don Goyo, la pasamos muy bien, por suerte llego un primo de la Rosa, de casualidad y nos hicimos muy amigos, andábamos juntos los tres para todos lados. Buen muchacho el primo de la Rosa.

Bueno... Mmmm, que interesante historia nos ha contado amigo, pero como los tiempos de la television son tiranos, nos despedimos. Gracias por estar con nosotros Don Juan Bragueta

Querida audiencia, ha pasado un capitulo mas de Goyo el preguntón y le agradecemos con fuerte aplauso, la presencia de nuestro querido invitado de hoy. Hasta la próxima semana.”

http://almacatamarcana.blogspot.com/2009/04/don-juan-bragueta.html

domingo, 7 de junio de 2009

Imagen de Don Juan


(Sean Connery como James Bond. Década de los 6O)

Bien, esta fue la imagen que llevé la clase pasada y, como dije, me pareció que se acercaba un poco a la imagen que tenemos de Don Juan. ¿Qué sería de un James Bond sin ningún tipo de éxito con las mujeres? Creo que ambos comparten esta misma característica.

Bésame en la boca

Bueno la letra de esta canción de Lorca, habla por sí sola

http://www.youtube.com/watch?v=3cHKCc6TkzY&feature=related

Yo no quiero darte amor eterno
sólo quiero echarme al mar, y una boquita en cada puerto

Yo no quiero atarme al mismo cuerpo,
pero estoy amordazado entre los besos de tu huerto

Yo no quise darte las dos manos
ni trepar por los tejados recogiendo el fruto del manzano

Raras veces matan los ladridos
pero tu callada me has mordido

Dame tiempo y bésame en la boca y déjame la lengua rota
es mi pasatiempo

Dame tiempo y bésame en la boca y déjame la lengua rota
es mi pasatiempo

Que yo no quiero darte amor eterno
ni beber para olvidar los palos de este casamiento

Yo no quiero ahogarme en el infierno
pero tengo que abrazarte y juro que sin ti reviento

Yo no quise darte tantas flores ni subirme a los balcones
pero me bajé los pantalones

Raras veces matan los ladridos
pero tú callada me has mordido

Dame tiempo y bésame en la boca ...

La Doña Juana

Si tengo que pensar en Don Juan como una figura femenina, no podría apartar de mi mente a Paquita la del Barrio, popular por canciones como Rata Inmunda, al Cuarto Vaso de Vino, Cheque en Blanco, que Vivan las Mujeres, les dejo enlace y letra de la canción Tres Veces te Engañé.

Estoy segura que especialmente las mujeres lo disfrutarán bastante =)

http://http://www.youtube.com/watch?v=ru8Q60JXn54

Tú que me dejabas
yo que te esperaba
yo que tontamente
siempre te era fiel

Desgraciadamente
hoy fue diferente
me tope con alguien
creo que sin querer

tres veces te engañé
tres veces te engañé
tres veces te engañé

la primera por coraje
la segunda por capricho
la tercera por placer

tres veces te engañé
tres veces te engañé
tres veces te engañé

y después de esas tres veces
y después de esas tres veces
no quiero volverte a ver

Me estas oyendo inútil, bueno para nada!!
pa´puras vergüenzas!!

Dices que me quieres
y que me perdonas
pero lo que tu hagas
no me importa ya

Hoy me siento viva
me siento importante
y de lo que pase
yo me encargaré

tres veces te engañé
tres veces te engañé
tres veces te engañé

la primera por coraje
la segunda por capricho
la tercera por placer

tres veces te engañé
tres veces te engañé
tres veces te engañé

y después de esas tres veces
y después de esas tres veces
no quiero volverte a ver!!

La corte de los Don Juanes


El espiritismo es una rama con influencia indígena, africana y europea, de esta última, primeramente por la absorción del catolicismo, del cual se sincretiza la figura de la Virgen María y las cortes angelicales. Además de ritos provenientes de España, como la lectura de las cartas.


Se dice que la fiesta a San Juan, celebrada todos los 24 de Junio, proviene de un rito solar, que recordaba la entrada del verano, o solsticio estival, que a modo de cristianizar fue relacionado como la apertura del camino a Jesús en el mundo, puesto que Isabel, embarazada de Juan le dice a su prima María que dará a luz al Salvador.


En Venezuela, la fiesta a este Santo integra diversos elementos como los bailes y el toque del tambor, de origen africano. Se le rinde culto dentro sus numerosos espíritus, puesto que dentro del espiritismo existen cortes celestiales, como la corte india, la corte negra, la corte calé, la corte chamarrera, la corte gitana, la corte vikinga, etc.; es decir, espíritus que de vez en cuando ayudan a los hombres.


Me llamó la atención, primero que Don Juan fuese nombrado así y no con otro nombre como por ejemplo Pedro o Francisco. Buscando de dónde provenía el nombre Juan, encontré que del hebreo significa "Dios se ha apiadado", y que además, en algunos países hispanos, es utlizado para designar a cualquier hombre. Es un nombre genérico, y por eso pasa a ser una diversidad de espíritus dentro de la mencionada corte, de la que me generó interés, que se le rezara para conseguir dinero, suerte y amor, características principales que rodean al mito de Don Juan.
De esta manera me encontré con: Don Juan del Tabaco, Don Juan del Camino, Don Juan de los Suspiros, Don Juan de los 4 Vientos, Don Juan del Pensamiento, Don Juan del Chaparro, Don Juan De la Calle, Don Juan del Amor, Don Juan de las aguas, Don Juan del Dinero, Don Juan del Progreso, Don Juan de los Tesoros, y Don Juan de La Fuerza.

A mí me despertó curiosidad, espero que alguien lo encuentre de interés.